DE MUJERES Y MISTERIOS

 

DE MUJERES Y MISTERIOS



 

     Después de Cuentos por la tarde ( 2014) y En otra piel ( 2016 ) bajo la revisión de siempre recordado maestro Ariel Barría Alvarado que como buen orfebre de la narrativa siempre pulía los textos de los nuevos escritores, aparece De Mujeres y Misterios el tercer de libro de cuentos de Vilma Briseida Calderón: “ la hija predilecta de Paris de Parita” como alguna vez la denominó este gigante de las letras panameñas allá en su reducto literario de la USMA; donde uno siempre lo podía encontrar para conversar con él y pedirle algún consejo.

   Lo primero que salta a la vista de este nuevo cuentario es la innovación que todo escritor tiene que hacer. Someterse a una nueva “Catarsis espiritual” y buscar nuevos horizontes. Nosotros que hemos seguido de cerca la narrativa de Vilma hemos podido corroborarlo. Vilma ha dado un “salto cuántico” en sus cuentos. Ha dejado las tradiciones y costumbres( recuerdos de su niñez y adolescencia) de sus anteriores libros “Cuentos por la Tarde” y “En otra piel” para incursionar  en el nueva modalidad del cuento gótico, todavía en ciernes en la literatura panameña.

   De Mujeres y de Misterios nos presenta 28 cuentos breves que es otra de las características principales del estilo de Vilma, que caen como anillo al dedo a la hora de incursionar en lo truculento. El tercer elemento que nos llama poderosamente la atención son sus personajes femeninos todos o casi todos no tienen nombre. Son simplemente ella. Veamos algunas:” Ella tenía el poder de la adaptación, sin embargo, dudaba si podía resultar amenazante su presencia ante mí y ante los demás” “Ella se pierde en sus sueños de un futuro mejor” “ También estaba convencida de que no había en el mundo nadie que mereciera que ella pasara por otro sufrimiento como ese”. “ La luz roja del semáforo  detiene la velocidad del auto. El conductor lanza una mirada despectiva sobre ella, como si la fastidiara cada movimiento de sus propias manos y cada una de sus acciones” ¿Quiénes son ellas? Solo sabemos que son mujeres, pero ¿De qué tipo? Pobres, ricas, famosas, profesionales, madres de familia. No lo sabemos y no creemos que sea necesario conocer su origen. Lo que sí vamos descubriendo a medida que leemos sus historias es que son seres singulares, fantasmas, espectros que vagan por el libro cumpliendo destinos extraños.

    En “Espectro con Encanto de Mujer” (el título lo dice todo): Un hombre ha amasado una gran fortuna. Nadie sabe de donde proviene.  El hombre en sueños rescata a una criatura marina de morir enredada en unas redes que tiene la particularidad de transformarse en mujer. Ella en agradecimiento lo llama cada cierto tiempo “ Caminando por la orilla de la playa , siento que ella viaja en el sonido de las olas que van y vienen, en ese deslizarse suave por la arena. Un sonido que atrae. Ese sonido de la voz que viaja desde sus labios penetra en mis oídos. Me llama siempre. Me invita cada cierto tiempo a venir a su encuentro.” Este cuento en particular a nosotros nos gustó mucho porque la autora hace gala de exquisitas imágenes con muy buenas descripciones. Al final, la mujer en agradecimiento le regala perlas que no son más que lágrimas que brotan de sus ojos. Vilma no lo dice lo muestra: “ Desde entonces, cada noche de luna llena nos encontramos los dos sobre esta roca resbaladiza como el primer día, admirándonos embelesados. Yo le regalo mi amor y ella me deja las lágrimas que salen de sus bellos ojos transparentes al despedirse… Una muy bonita metáfora entre las lágrimas y las perlas “

    En “ La Mano de Dios”, otro bonito cuento, una mujer deambula por las calles. No tiene a donde ir flagelada por el abandono, la humillación  y sobre todo el hambre. Finalmente se dirige hacia un puente y se duerme, pero al rato una voz la habla, una mano la levanta y la lleva hacia una casa (aparentemente una casa para indigentes) que Vilma no lo dice, lo muestra: “Morar en ese sitio rodeado de grandes y frondosos árboles era mucho más de lo que pensó algún día tener, una casa con una persona que la cuidaría a toda hora, una madre sustituta. Tendría hermanas, podría estudiar, todo le llegaba ahora. Era auténtico, entraba a un mundo nuevo y podía sentir la alegría de vivir el amor. Porque el amor para ella, como para todo ser humano era indispensable; de él nacen los cuidados, la seguridad, la fortaleza en los momentos difíciles. La esperanza de algo mejor…” La protagonista años después recuerda ese episodio de su vida acariciando una estampita del Señor de la Misericordia plenamente convencida que aquella noche la salvó una sombra, la mano de dios.

   En estos dos cuentos, Vilma utiliza el recurso (muchos dirán que trillado) el de los sueños. La literatura está llena de narraciones basada en los sueños y se seguirá escribiendo sobre ellos. Aquí el asunto no es la historia en sí, sino como se cuenta y la verdad es que Vilma lo hace con un toque sutil y femenino muy propio de ella con imágenes románticas y misteriosas.

   Ahora veamos otros cuentos donde no esté el sueño de recurso. El primero se trata de “Destellos de Esperanza”, en esta historia una mujer ( Ella ) después de la desaparición de su esposo ha ocupado su vida en hacer el bien a los demás. Sus hijos y nietos han crecido y han hecho su vida. Sin embargo, ella sabe que no puede aferrarse al pasado y se da una oportunidad más en la vida. " Se mira al espejo y se sabe consciente de que el tiempo se ha paseado por cada hebra de sus cabellos, dándole tintes claros pero matizados de experiencia. Se convence de que más allá del dolor y el tiempo transcurrido existe la oportunidad de hoy. Que la soledad de antaño fue necesaria para adentrarse en su alma  desnudarla hasta hacerle ver cómo era su vida realmente al lado de él y lo útil que ha sido su ausencia para poder replantearse lo que quería…” Al final, del cuento la autora termina:”  La barriada aún dormía en la mañana radiante de verano cuando salió de su casa vestida de blanco. La espera la felicidad tan anhelada. La espera el amor.”  Vilma ha recurrido a una transformación a darle a la protagonista una verdadera catarsis emocional y espiritual para que sea “ELLA” sea feliz.

   En El Cuadro de mi Piel, el sistema esclavista que imperó durante los siglos XVII Y XVIII y XIX de una manera no convencional regresa en el tormento de una mujer que ha sido esclavizada, a posar para un pintor quién hábilmente sobre un blanco lienzo va retratando todas las sinuosidades de su piel desnuda. Al final el cuadro se vende al mejor postor y queda relegado en una esquina cualquiera. Ella en algún otro momento volverá a posar para el pintor pensando si alguna vez será libre.

   En sus cuentos las protagonistas no tienen nombres. Ellas solas luchan en la vida y se defienden como pueden de las adversidades. Es un buen libro de cuentos donde las atmósferas juegan un papel predominante arrasando a sus féminas en vorágines misteriosas  de las que difícilmente logran escapar

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