Entradas

UN POEMA Y UN MINICUENTO ( CASO OMISO )DE LA PANDEMIA DE 2020

Imagen
POEMA DEL COVID 19 Crisis desesperante  Momentos de angustia.  Confinamiento en las casas. Prisiones, jaulas de comfort encierran ansiedades e inquietudes por estallar. Todo tiembla.  Es un pánico arropando cuerpos sudorosos asfixiando un mundo que ya no es nuestro. Somos sombras agitadas como el mar encrespado queriendo que llegue la calma  que no se ve aunque nos guie la brújula.  Pasos en secreto por todas partes abren las puertas de un misterioso porvenir, el bicho sigue  caminando saludando  infectando a todo aquel que le de la mano, un beso y un abrazo . CASO OMISO      Sudas frío y la fiebre consume tu octogenario cuerpo. Tu caja toráxica es un acordeón sin fuelle cuando respiras. Te duele. La puerta se abre lentamente martillándote los oídos, y unos misteriosos personajes forrados de blanco como selenitas entran para auscultarte de nuevo. El que parecía ser el jefe después de una eternidad coloca el cuaderno al lado de la cama. -           Señores nada que hacer – dijo mira

HAIKUS EN EL SILENCIO

Imagen
HAIKUS EN EL SILENCIO DE SONIA EHLERS UN ENCUENTRO CON LA NATURALEZA     El haikú es una manifestación poética de fugaz contacto con alguna imagen de las tantas que la naturaleza proporciona. Es un estado de soledad y silencio donde el poeta en dicho éxtasis expresa de una manera sencilla en una estrofa de 5, 7 y 5 versos, una contemplación mística del ambiente que lo rodea.    De origen japonés, el haikú ha calado muy bien entre los escritores de otras nacionalidades adaptándolos a su modo de pensar y ver las cosas que suceden a su alrededor, pero siempre respetando al actor número uno de esta especie de catarsis espiritual que es el medio ambiente y su entorno.    Así las cosas, la reconocida narradora, ensayista, dramaturga y poeta mexicano-panameña Sonia Ehlers- Prestán nos presenta en esta ocasión HAIKUS EN EL SILENCIO, un sencillo libro de 234 haikús de muy diversa índole con sabor a naturaleza que tanto fascinaban a los poetas japoneses. El poemario lleva un prólogo de Silvia F

¿ HAN VISTO A YUCA ZAPATA?

Imagen
¿HAN VISTO A YUCA ZAPATA?  Novela de Andrés Villa RESEÑA   Por: Héctor Aquiles González     ¿Han visto a Yuca Zapata? Se preguntan todos. Nadie lo ha visto. Dicen que está en el billar jugando carambolas o ganándose un par de dólares haciendo de todo un poco: lavando carros o haciéndole algún mandado a los ricos. Parece ser el destino. Día a día tiene que salir a rifársela a ver que consigue por ahí y es en el deporte de las narices chatas y ojos amoratados donde consigue un poco lo que la vida le ha negado: la gloria.      En esta oportunidad el amigo y colega Andrés Villa busca historias desde las entrañas más profundas del Panamá barrial de los años 50 s y 60 s. Sus personajes perdidos en esa maraña e intrigas del barrio buscan su desahogo del duro trabajo en el boxeo, popular deporte que es casi una religión donde las opiniones se dividen y la plata corre bastante, cada quién apostando a su boxeador favorito. Es una novela de corte realista moderno donde el barrio en la figura d

POEMAS DE HÉCTOR GONZÁLEZ

Imagen
SIETE POEMAS  Tomados del libro: Como un muro es la pregunta de Héctor Aquiles González (2018)  LA MAGIA DEL ALCOHOL   En aquella casa de leyenda el dueño desapareció  en su botella de ron.    NOCHES BLANCAS  Felicidad efímera, amar libremente a otra persona,  aun cuando el destino indique que no pueden estar juntos.   Fiodor Dostovsky    Lo que sucede en una taza de café:  La retorsión del ánimo, es decir,  los espasmos de caer en el líquido hirviendo.  El remedio que describe los males, es decir,  los desuellos que desnudan el corazón.  Combinación que obliga a no explicar lo inexplicable.  INSOMNIO POÉTICO  Hay poemas que no duermen  que vagan con sus tintas invisibles  para que no los aprehendan  para que no los plagien  para que no los condenen  al eterno silencio.  DRACULIANA  Oscura noche  con aullidos de lobo y tempestades   Espejos sin reflejos/  dientes de ajo por el suelo esparcidos.   Senos erguidos por un viento que azota cabelleras.  Sediento, sus mordidas seductoras toca