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Mostrando las entradas de enero, 2021

HISTORIAS CORTAS PARA PESADILLAS INTERMINABLES POR: MIGUEL ESTEBAN GONZÁLEZ. COMENTARIOS

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     ¿ Cuáles son los mayores miedos del ser humano ? Con esta pregunta se inicia el prólogo de estas historias. Responde Ancel Mateo, colega escritor, que puede ser cualquier cosa que habita en los laberintos de nuestra mente: un aullido, una puerta que se abre, un grito lastimero a la media noche, el cantar de un búho en la rama de un árbol, una sombra que pasa lenta por nuestro cuarto, etc. Basta solo una chispa para que salga a flote una de las sensaciones mas antiguas que se conocen del hombre: el miedo.      Miguel Esteban González (1967): Locutor, publicista, presentador y productor de tv, guionista, showman completo y novelista, a través de los últimos años con sus anteriores obras: La Trilogía del Guayacal, Un grito en la media noche, El asilo Santo ( Premio Tristán Solarte a la novela negra 2018) ha sabido encender la chispa de lo insólito, lo macabro y lo truculento que todos los lectores, especialmente, los del género negro llevamos por dentro. Novelista por excelencia, a

ASESINATO EN PORTOBELO Dr. Osvaldo Reyes. Reseña y comentarios

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    Estamos en el siglo XVII. España domina el mundo por los cuatro puntos cardinales de todo el orbe. El imperio donde nunca se ponía el sol está en todo su esplendor desde las tierras arriba del río bravo en el norte hasta la tierra del fuego en el sur del continente. Las riquezas provenientes, principalmente del Perú y Bolivia pasan por nuestro estrecho istmo de Panamá a lomo de mulas, por el camino de Cruces o del Chagres, para luego partir hacia España y engrosar sus arcas siempre sedientas de oro y Plata.     Panamá es la reina del sur fundada a orillas del océano Pacífico. Uno de las principales ciudades de la América Española donde su poder se expande para control de la metrópoli. Francia, Holanda y sobre todo Inglaterra celosas de su poderío lanzan a sus "perros del mar" para atacar sus naves y robar sus tesoros, unas veces expidiendo sus patentes de corso y otras no. Henry Morgan, uno de los más audaces piratas de la época ha puesto sus ojos en Panamá y sueña con ap